Muchas veces la falta de tiempo imposibilita que nuestros allegados, nuestra familia o nuestros amigos puedan disponer de esos datos, de esos detalles o de esa historia que a nosotros nos hubiera gustado contar y a ellos les hubiera gustado conocer.
Todas las vidas merecen recordarse. No dejes que tus recuerdos se pierdan en el tiempo. Dales la palabra.